Control de versiones es una herramienta esencial para cualquier equipo de desarrollo de software. Nos permite registrar y controlar los cambios en el código fuente de nuestro proyecto. Uno de los aspectos más importantes del control de versiones es hacer commit. En este artículo analizaremos las mejores prácticas para hacer commit en control de versiones.
Un commit es la acción de guardar los cambios realizados en el código fuente de un proyecto en el repositorio de control de versiones. Cuando se realiza un commit, se guarda un registro con la descripción de los cambios realizados, la fecha y el autor.
Un commit bien realizado es esencial para un buen control de versiones. Permite mantener un registro claro y preciso de los cambios realizados en el proyecto, así como una historia de su evolución. Un mal commit, sin embargo, puede llevar a problemas de divergencia, incompatibilidad y pérdida de datos.
Es importante describir claramente los cambios realizados en el commit. La descripción debe ser breve pero informativa. Debe ser suficiente para que otro desarrollador pueda entender rápidamente lo que se cambió.
Por ejemplo: si se ha arreglado un bug, se debe describir el error que se soluciónó y cómo se soluciónó.
Es importante hacer un solo commit para cambios relacionados. Un commit debe representar un cambio lógico en el proyecto.
Por ejemplo: si se ha añadido una funcionalidad nueva, se debe hacer un solo commit para añadir la funcionalidad. Si se ha corregido un bug y se han añadido funcionalidades, se debe separar los cambios en dos commits.
Es importante hacer commit periódicamente para asegurarse de que los cambios se registran correctamente y de que la historia se mantiene clara y precisa. Si se trabaja durante horas o incluso días sin hacer commit, se puede perder información importante en caso de un fallo.
Antes de hacer commit es importante asegurarse de que el código nuevo funciona correctamente y que no se ha introducido ningún error. Para ello, se puede utilizar herramientas de test automaticas y realizar pruebas manuales.
Si se va a realizar cambios mayores en el proyecto, es recomendable utilizar ramas (branches). Una rama es una copia aislada del proyecto que permite desarrollar y probar una nueva funcionalidad sin afectar la rama principal (master). Una vez que se ha verificado que la nueva funcionalidad funciona correctamente, se puede fusionar la rama con la rama principal.
Antes de hacer commit, se debe asegurarse de que se han incluido los cambios correctos y de que no se ha olvidado nada importante.
Es importante usar un lenguaje de commit consistente en todo el equipo de desarrollo. Esto permite que los registros de cambios sean claros y coherentes.
Por ejemplo: se puede utilizar verbos en infinitivo para describir la acción que se realiza, como "ajustar", "añadir", "corregir", etc.
Hacer commit de forma correcta es esencial para cualquier proyecto de software. Sigue las mejores prácticas que hemos descrito anteriormente para asegurarte de que tu proyecto se mantenga organizado y tus cambios se registren de forma clara y precisa.